En esta primavera 2023 iniciamos nuestras rutas coincidiendo con el Día Mundial de la Tierra 2023, cuyo lema este año fue “invertir en nuestro planeta”. No se podría haber elegido mejor día y lugar para recordar la importancia de la necesidad de un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. 

Bodegas Andrés Morate

 

En esta ocasión estuvimos en Bodegas Andrés Morate en Belmonte de Tajo, donde nos recibieron Andrés Morate y Marta Morate, padre e hija. Andrés es el responsable de todo lo que tiene que ver con el campo y Marta es la responsable de marketing  y comercialización, mientras su hermana Esther es la enóloga responsable del cuidado por los detalles a la hora de elaborar los vinos.  Sin duda en Bodegas Andrés Morate el relevo generacional está garantizado.

Bodegas Andrés Morate nace en 1999, siendo la primera bodega ecológica en la Comunidad de Madrid cuyos viñedos y vinos son certificados por el CAEM. Además es una de las 28 bodegas de la subzona de Arganda que pertenecen a la DO Vinos de Madrid y cuenta con la marca de calidad M Producto Certificado

Nuestra visita tiene lugar en un año especialmente seco y cálido, en el que la falta de lluvias es palpable en los campos de olivares, viñedos y cereales de la comarca de Las Vegas. Aun así la esperada lluvia se hizo notar en la madrugada de nuestra ruta y los árboles, arbustos y herbáceas mostraban gran colorido y vigor.

Bodegas Andrés Morate

 

Tras presentar el proyecto En Madrid, cada plato es un paisaje,  Andrés Morate nos habló sobre los orígenes de la bodega, y comenzamos a entrever que detrás de ella hay  mucha historia y trabajo familiar que se remonta a anteriores generaciones. Luego fuimos andando hasta una de sus parcelas –las cepas mostraban ya los primeros brotes primaverales–, para conocer de cerca la forma de trabajar el viñedo. 

Andrés Morate comenzó explicando su apuesta por las pequeñas parcelas diseminadas, las cepas en vaso y el cultivo en secano. Sus cepas se encuentran a 750 metros de altitud en un entorno ideal para la viticultura ecológica y biodinámica. El diseminado de parcelas mantiene la diversificación del paisaje y permite enfrentarse mejor a las maldades climáticas, reducir la erosión, evitar la propagación de plagas y enfermedades, y mantener pequeños setos o bandas florales que favorecen la biodiversidad.

Bodegas Andrés Morate

 

En el manejo ecológico y biodinámico que hace del viñedo Andrés, como él mismo nos dice, hay muchas prácticas que veía hacer a su abuelo como son el aprovechamiento de cada gota de agua y el riego de las uvas con polvo para que ataquen menos los parásitos. Esta última práctica, no solo es utilizada para evitar el uso de azufre contra el oídio, sino que además proporciona una capa protectora a la viña frente al calor, al tapar los estomas y necesitar menos agua, siendo una práctica que facilita también la adaptación al cambio climático. 

La recolección es manual y nocturna para evitar el calor, con lo que consiguen que la uva llegue en las mejores condiciones a la bodega. El tamaño, ubicación y orientación de sus parcelas les facilita organizar el trabajo en función de las variedades de uva. 

Bodegas Andrés Morate

 

En el viñedo Andrés deja la cubierta vegetal espontánea, que es arada dos veces al año. Una de ellas tras la vendimia y antes de que caigan todas las hojas, con ello se consigue que se queden en los surcos y no se las lleve el viento, constituyendo abono natural. Esta cubierta vegetal presenta además muchas otras ventajas en el cuidado del suelo y el medio ambiente, entre ellas el control natural de plagas. En la cosecha 2022 Andrés no ha utilizado ningún tipo de químicos en sus viñedos, ni los no autorizados ni los autorizados en certificación ecológica.

Andrés también nos explicó la poda de las cepas y su injertado. La primera, es una de las tareas más importantes del proceso de cuidado de la cepa: se realiza después de la caída de las hojas y antes de la salida de los nuevos brotes, con ella se consigue facilitar el manejo del viñedo, mejorar el flujo de la savia y optimizar la calidad de la uva.

El injertado, no nos parece menos importante, y sus ventajas nos resultan asombrosas. Es una labor que se realiza en marzo o abril, “cuando la vid comienza a llorar”. El injerto se realiza en viñas viejas para aprovechar el sistema radicular, que es el que da calidad: una viña nueva tarda 10 años en obtenerla, mientras que un injerto en una viña vieja en dos años funciona como una viña vieja de raíces profundas. En la cuenta de Instagram de Bodegas Andrés Morate podéis ver dos vídeos muy ilustrativos de cómo se llevan a cabo ambas tareas, que creemos que requieren mucha delicadeza y experiencia. 

Para finalizar, Andrés nos dedica una última frase: “como véis en el trabajo en el viñedo no hay mucho misterio, lo importante es hacer un vino de calidad”. Nos sorprende lo interiorizado de su buen hacer.

Y una curiosidad, durante todo el tiempo hemos estado nada más y nada menos junto a una cepa prefiloxérica. Si bien las parcelas de Bodegas Andrés Morate están plantadas entre los años 40 y 50, algunas tienen más de 100 años y siguen dando uvas de gran calidad.

A continuación desandamos el camino hasta las bodegas para conocer el proceso de elaboración de los vinos Andrés Morate. En nuestro recorrido observamos otros cultivos propios de la comarca: sus campos de cereales y olivos. Llamándonos mucho la atención el escaso crecimiento que presentaban los cereales por la falta de agua, y cómo algunos olivos muestran aún las marcas de Filomena, estos seguramente se tengan que talar y dejar brotar de nuevo.

Bodega Ecológica Andrés Morate

 

Ya en la bodega, recorrimos las diferentes salas mientras Andrés nos explicaba el proceso de elaboración de sus vinos ecológicos desde que llegan las uvas a la bodega hasta que son embotellados y etiquetados. Es un proceso en el que no nos vamos a detener ahora, y sobre el que escribiremos en el nuevo encuentro que tengamos con Bodegas Andrés Morate, pero del que queremos destacar que tiene cientos de detalles que la familia Morate sabe cuidar para lograr unos ricos vinos sostenibles y saludables.

Bodegas Andrés Morate

 

Como broche final de nuestra visita degustamos los vinos que elabora la familia Morate bajo las marcas Viña Bosquera y Esther.  

Comenzamos por los vinos jóvenes Viña Bosquera, paraje en el que se ubica uno de los viñedos de la bodega. En primer lugar catamos un Viña Bosquera Blanco 30% moscatel de grano menudo y 70% airén. Continuamos con un Viña Bosquera Tinto Joven, elaborado con uva Tempranillo; y seguimos con un Viña Bosquera Tinto Barrica, de las variedades Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon. Un vino joven con un tiempo de envejecimiento de 4 meses en barrica de roble francés. Para terminar con un Esther Crianza, un vino de uvas Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon y 10 meses en barrica de roble francés.

Muchas gracias a todos los que habéis participado en esta ruta agroturística y en especial a la familia Morate por su acogida y compartir sus buenos saberes y vinos. ¡Esperamos vernos de nuevo! 

Cata en Bodega Ecológica Andrés Morate

 

Si queréis visitar la Bodega y conocer sus vinos no dudéis en entrar a la web de Bodegas Andrés Morate. En ella disponéis de información para organizar vuestra visita y acceder a su tienda online. Además, os recordamos que en nuestro mapa Alimentos y productos de Madrid y el mapa de Jornadas Anuales de Fincas Visitables de OCT contáis con información de fincas, explotaciones, bodegas, almazaras o granjas madrileñas que abren sus puertas al público.

En Madrid, cada plato es un paisaje es una iniciativa de la Fundación Vida Sostenible que se desarrolla con el apoyo de la Fundación Montemadrid y CaixaBank, #ConvocatoriaMADS.

Fotografías: Fundación Vida Sostenible y Hugo López Romano.